Bonsai Alcornoque, Quercus suber. Alcornoque mediterráneo o roble. Bonsái de exterior, típicamente mediterráneo. El alcornoque bonsái es apreciado por la singularidad que le ofrece la corteza de su tronco. Es un árbol muy resistente cuya ramificación lo hace ideal para formar bonsáis.
Situación: En exterior, a pleno sol todo el año. Resiste el frío en invierno. Proteger de las heladas y el sol intenso.
Riego: Moderado.
Curiosidades: Su corcho es el resultado de la evolución de esta especie para protegerse contra los frecuentes fuegos del clima mediterráneo. Su interés económico permite su conservación y desarrollo sostenible. Su fruto, la bellota, es usado por muchos animales para alimentarse.
Observaciones: La forma y las medidas de los bonsáis son aproximadas (maceta incluida). El color y la forma de la maceta pueden variar respecto al de la foto. Recuerda que al ser un ser vivo, el estado vegetativo de la planta cambia según la estación del año y por ello las imágenes que aparecen son representativas no contractuales.
Familia: Fagaceae
Etimología: “kaërquez”, vocablo de raíces celtas.
Abonado: De primavera a otoño con abono órgano-mineral YukiHiryo. En verano se recomienda reducir la frecuencia o la dosis, ya que provocaríamos un crecimiento excesivo de las hojas.
Trasplante: Cada 2-3 años, a la salida del invierno.
Sustrato: Sustrato especial para el bonsái, que satisface sus necesidades de agua y nutrientes, fomentando el desarrollo de raíces y vigor en general. También se pueden utilizar otros sustratos, como una mezcla de 70% Akadama + 30% Kiryuzuna, que promueve el crecimiento, aunque requerirá de riegos más frecuentes.
Poda: En invierno.
Pinzado: Dejar crecer las hojas y mantener la estructura dejando un par de hojas nuevas.
Alambrado: En primavera y verano.